Es más que posible que tiempos de pandemia, incertidumbre y dificultad como los que
se han interpuesto en nuestras vidas, nos predispongan especialmente al reconocimiento
a los demás.
Pero, seguramente, no sea menos cierto, que el reconocimiento debería extenderse a
cualquier ámbito de nuestra vida diaria. Porque así está nuestra existencia, repleta de
héroes anónimos. Si trasladamos esta reflexión al deporte (en su versión más humilde,
además) nuestro club y quienes lo integran, llevan años siendo un ejemplo de esta
afirmación: merecedores absolutos del mayor de los homenajes, una temporada tras
otra, siendo esto especialmente evidente en este último curso futbolístico 19/20.
Si la historia de nuestro Club es la historia de un puñado de HÉROES COTIDIANOS
que se han ido sucediendo y complementando con el transcurso de las generaciones y
temporadas, las de quienes han formado parte del club esta última, merecen esa
consideración en su máxima expresión. Un año futbolístico el que acabó en Marzo que
arrancaba con la idea de que el objetivo era llegar al final de la mejor manera posible.
Así, sin más.
Un elogio que debe extenderse a TODAS LAS ESFERAS DEL CLUB, SIN
EXCEPCIÓN, y que, no obstante, alcanza mayor relevancia de merecimiento en partes
y personas protagonistas de historias especiales. El Cardeña, un equipo tan pequeño en
apariencia, ha aunado y estado repleto, en una sola temporada, de muchas más
grandezas de las que cualquier otro proyecto a mayor nivel pretenda presumir. Historias
de lucha y mérito que han marcado y dejado una deportiva huella en los escalones más
modestos del fútbol andaluz y nacional.
Porque la temporada finalizada ha sido la temporada de unos directivos, entrenadores y
delegado que hicieron de la necesidad virtud para sacar y proyectar, ante tanta
adversidad, la mejor versión de sí mismos, conscientes de que la suya, en ese momento
y lugar, era (por encima de todo) la imagen de su club y su pueblo. La temporada,
igualmente, de un reducido, pero inquebrantable, grupo de jugadores (un pequeño grupo
de ellos de Venta del Charco y Villanueva, cuyo esfuerzo e implicación han sido
doblemente ejemplificantes), que han expresado con su esfuerzo y entrega durante cada
partido, su compromiso hacia un club y un pueblo. Una mayoría de esos jugadores
(desde Carletes, Julio, Mesut, Choco o Copado hasta Schuster, pasando por los
restantes, que todos conocemos) que venían de vivir subcampeonatos, ascensos y
categorías superiores en los recientes años felices del Club y que han demostrado
digerir, con una enorme humildad, la vuelta al lado oscuro y, siempre amargo, del fútbol
(ese de las escasas opciones de competir cada fin de semana, de la dificultad para reunir
11 jugadores y convivir con no poder salir, pese a intentarlo, de la parte baja de la
clasificación). Pese a su breve estancia, ha sido también la temporada de un Muñiz,
que, pese a tener que atender la llamada de la atractiva División de Honor, dejó su
corazón futbolístico en el Pablo López para siempre. Pese a sus participaciones fugaces,
también ha sido la temporada de nuestro extremo, amigo y goleador, Repullo, que
encontró en el fútbol (en SU fútbol de arrancadas, regates, desmarques y goles), una
hermosa forma de homenaje a quien ahora lo sigue desde el cielo.
Y, por encima de todo, como expresión de excelencia, esta temporada ha seguido siendo
la de los 2 jugadores más veteranos de muchas categorías: Copín y Leo personifican el
mejor ejemplo del tránsito del fútbol y el deporte de antes y ahora en Cardeña.
Estandartes de una amable transición y vínculo mantenido entre la anhelada Agrupación
Deportiva y el siempre guerrero e ilusionante Atlético, ambos han vuelto a desmentir al
DNI y desafiar al paso del tiempo para seguir escribiendo capítulos de tarde de domingo
solo al alcance de algunas botas. Si en temporadas pasadas fue Copín quien suscribió
más de un partido destacable, ésta ha sido a Leo a quien el balompié reservaba un
broche de temporada a lo grande. Quien fuera una de las zurdas del fútbol cordobés en
los 80 y 90, sentó cátedra en la Fuenteovejuna de Lope de Vega (ahí es nada) para dar,
con un doblete, al Cardeña (y a Cardeña) la última victoria de su historia reciente. Si
alguien se preguntó alguna vez si hay fútbol más allá de los 45 y los 50, en Copín y Leo
tiene todas las respuestas.
Y es que, con el panorama de incertidumbre que acecha hoy día al fútbol más humilde,
con dudas sobre su regreso y la fecha y condiciones del mismo, de lo poco (o lo mucho)
que nos puede quedar es disfrutar con el recuerdo fresco de lo vivido estos últimos
meses y años.
De justicia es que quede en la memoria colectiva de cualquier lector y aficionado el
empeño y sacrificio de un equipo tan pequeño de infraestructuras como grande en
esfuerzo e ilusión, para el que completar la temporada iba a tener mucho de aventura de
dimensiones homéricas. La historia del fútbol y el deporte también hace hueco a los
humildes y en uno de ellos se coló hace días este club que tiene un poco de todos
nosotros. En mucho tiempo, los goles de un club engrandecieron tanto a quien los
conseguía en la medida en que empequeñecían tanto al rival. Una afición como la del
Cardeña, tan sabia, nunca, como este año, ha tenido tan claro que cada victoria ha
mucho más que 3 puntos en una tarde de domingo.
Casualidad o destino, tras la aparición del Covid19, si el Cardeña hubiera militado en
cualquier categoría de fútbol con división inferior, no hubiera descendido por la
decisión de las distintas federaciones. Puede que una muestra de resarcimiento, un guiño
y un premio del fútbol a un club cuya historia ha sido, desde su origen, la historia de
una continuación supervivencia y superación a la más absoluta austeridad, a semanas y
meses de fatigas y carencias evidentes a los ojos de cualquiera.
Un club, nuestro Atlético, en cuyo ADN ha destacado siempre el gen de la resistencia.
Eso, en cualquier época y lugar, nunca ha dejado de ser un canto al optimismo. Una
expresión innegable de objetivo alcanzado, de disfrutada victoria.
JUNTA DIRECTIVA ATLÉTICO CARDEÑA CF
Artículo homenaje a todos los integrantes del club en la temporada
finalizada.
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